La casa donde vivo y mi coche.
Calles repletas de luz y sombras.
Calles solitarias tras el paso del frío
Calles con su olor a azahar
El naranjo da vistosidad a las calles...
Un pueblo que se abre a la claridad del día
El esplendor de un conjunto
y a lo lejos queda la blancura de un pueblo andaluz rodeado del verde manto de olivares.
Los colores de la primavera comienzan a aparecer, esto se da el gusto de ver.
ResponderEliminarUn abrazo Paco.
Jean-François. www.jfbaphotographie.com